POBLADORES DEL MAR

“Los Cárcamo” viven en Isla Costa desde que sus padres vinieran a colonizar hace ya más de 50 años. Son 5 hermanos que con sus familias viven en sus ranchos todo el año. Los niños aprenden sobre el trampeo de jaibas, buceo y recolección de mariscos. En la isla los ritmos son marcados por el clima, el mar y los productos que se obtienen de él. No hay lunes, ni jueves, ni sábados,…. hay momentos para calar (lanzar trampas), momentos para levantar (trampas) y momentos para despinzar (jaibas).

Móise Cárcamo se levanta al alba todas las mañanas…..toma mate dulce, se pone sus botas de goma y parte al mar a levantar las trampas que dejó el día anterior… “Ojalá hayan entrado a la trampa jaibas de pinzas gordas!”. Después de “Levantar” y “Calar” (lanzar) las 24 trampas, Móise vuelve a su hogar para almorzar, cortar leña, arreglar trampas y “matar la tarde”. Su hija Chabe lo acompaña, pero sólo porque tiene 15… ”cuando cumpla 18, ella va a poder decidir su camino…

Verónica Cárcamo es un ejemplo de fuerza de mujer. Vive en su rancho en la Isla Costa donde nació, y se dedica a la pesca y recolección de mariscos. Cuida a su pequeño nieto y sale todos los días a recolectar jaibas de trampas que dejó algunos días atrás donde se maneja perfecto con todas las difíciles labores del mar. Cuando su hija era una pequeña bebé la envolvía en un plástico y la acurrucaba en la proa del bote para poder salir a trabajar bajo los climas hostiles de la Patagonia.

“José Cárcamo…….“Chalupa”, vive en su rancho en Isla Costa. Se dedica al buceo de jaibas, erizos y cholgas, los que sale a recolectar de vez en cuando para comer, compartir con sus hermanos y sobrinos y para vender y juntar “platita” para viajar a Puerto Aysén a “sociabilizar y entretenerse” con la gente del pueblo. Son innumerables sus historias, tanto en la isla como en el pueblo, como buzo y como pescador. Con ellas es capaz de entretener por horas a sus sobrinos, quiénes lo visitan constantemente en su rancho para escuchar sus aventuras.

Carlos tenía 8 años cuando comenzó a pescar. Su madre, Lula, lo llevaba a él y a sus hermanos a pescar por todo el archipiélago de Los Chonos. Carlos trabaja el congrio, merluza, jaiba, cholga seca y salmón ahumado, pasando días, a veces semanas en el mar. Tiene su rancho en una pequeña isla en la mitad del Canal Moraleda, donde pasa la noche y y guarda el pescado bajo hojas de nalca después de cada día de pesca. Cuando junta suficiente pescado, vuelve al pueblo para venderlo.

“Blanca y Juan son “compañeros”…. se acompañan en todas las tareas de la vida. Viven juntos, tienen una hija, Cata, y trabajan juntos en el mar, pescando, recolectando, buceando y calando trampas. Para poder trabajar se necesitan mutuamente, ya que cuando Juan bucea, es Blanca la que sabe manejar los remos y el bote de manera perfecta. Constantemente se van por varios días al mar junto a su hija. Blanca y Juan están siempre sonriendo…”